30 nov 2005

Yo vine para preguntar 45: Quiero diferencias claramente marcadas, ¿y qué?

Pulido unos meses más tarde ;-)
(y no se olvidan, si son tan amables, de la tarea del yovineparapreguntar 43 ;-) )
Estoy furiosa. Enfurezco por pocas cosas, pero con intensidad tal que compensa la poca frecuencia. Así que, sabiendo que enfurecerme acá me va a ayudar a no enfurecerme con las personas sino a amarlas, que eso quiero ("amar a los demás no porque sean buenos sino para que sean buenos, y desprenderse de verlo") daré rienda suelta a mi ira. Resulta que estos días asistí a un acto de egresados de quinto año, colegio privado de Capital Federal, no en el colegio donde trabajo sino en otro donde tengo chicos conocidos. Ordenados de menor a mayor furia los sucesos que me la produjeron (je, no, fue una decisión: yo decidí enfurecerme ;-) porque para mí, lo merece):
-cualquiera que dijera en su "discurso" no importara qué imbecilidad o genialidad deslumbrante (ehmmm...no, no fue el caso, jamás) era interrumpido cada fracción de segundo por desubicadísimos e incontinentes aplausos. (o tal vez sea una enfermedad de esas rarísimas, a la gente le agarra incontinencia manual y necesita clapear, no sé...). Digo, este hábito nefasto: no se puede escuchar al otro hasta que termine de hablar, a ver qué dice "completo"? No se puede ver un powerpoint sin estallar en aplausos ,vivas y alaridos desmesurados frente a cada imagen? No se puede simplemente, escuchar, y si, en fin, te tocó escuchar a un orador que la recontrarompía, bue, interrumpíle el discurso con un estallido de aplausos?. Porque sirven así, por contraste con el silencio. Y para saber qué corno estás aplaudiendo...Me contuve, porque cuando quiero soy la diosa de la ubicación (cuando no quiero, agarráte...), pero realmente estuve por largar una puteada bien-bien audible a ver si al menos se enteraban de que una persona quería escuchar, simplemente es-cu-char, para después ver si lo escuchado ameritaba aplausos y no padecer ese zapping frenético de frases o imágenes entrecortadas por aplausos insólitos. Sentí como si la gente estuviera más pendiente de cuándo aplaudir que de lo que se decía/hacía ahí adelante.
-más furia que el anterior pero menos que el siguiente: el discurso de los egresados. No deben tener toooooda la culpa (milito por la responsabilidad personal, así que algo sí, nada de "pobrecitos") pero patético. Como muuuuuucho, me hubiera parecido pobrísimo para un discurso de salita de cinco. No es irónico. Los de salita de cinco no podrían haberlo escrito pero podrían haberlo dicho tranquilamente, igual igual. El festival de la vaguedad y del lugar común, con los inevitables touchs emocionales acerca de "todo lo que vivimos juntos estos años". Pero non solum, sed etiam: frases malísimamente hechas (el problema no es mi histeria con la sintaxis, el problema es que así como "hablan", así piensan, así de desguazadas están las ideas, y ahí, me preocupo...) vocabulario máximo de 40 palabras, unas improvisaciones que pretendían ser simpáticas porque claro, "hay que dejar que los chicos se expresen" pero confirmaban el patetismo general de miseria extrema en sus cabezas. Lo que más me enfurece es que estos pibes se ve que ya no tienen referencia para contrastar y darse cuenta de que con 18 añitos recién cumplidos podrían desplegar más, mucho más. Les debe haber parecido genial y no sería raro que sus padres/profesores hayan felicitado esos discursos misérrimos. Porque aparte a muchos los conozco, son pibes y pibas de un potencial increíble, pero a fuerza de no exigirles un rabanito , ahí están ,bolsas de papas musitando incoherencias y banalidades a modo de "discurso de los alumnos".
-pero "la" furia la desplegué con el discurso del rector. No fue esto todo lo que dijo, es un tipo copado, solvente, etc., pero sencillamente, yo hubiera pedido la palabra para hacer un contradiscurso, derecho a réplica, man, cómo puedo escuchar tantas imbecilidades juntas y seguir siendo la diosa de la ubicación. Mucho pedir. Porque un punto de su...ejem...discurso consistía en felicitar a algunos profesores. Qué lindo, qué bien que vamos, tanto maltrato social, tanta basura demagógica en familias y directivos, que bueno, ok, se viene el dulce merecido. Escuchen: "Y a fulano y mengano, que en vez de marcar las diferencias, hacían un chiste, y las borraban. No estamos acá unos que saben y otros que no saben (je, no, claro, diría yo, si acá nadie sabe nada, está clarísimo). Igualdad. Relaciones horizontales, eso es lo que queremos.No el profesor que sabe y el alumno que no sabe; somos todos iguales acá, nadie sabe más que nadie" Y bue, elige tu propia aventura, ustedes pueden imaginar cómo seguía. Pero cheeeeeee, un poco de sensatez, un poco!!!!!! Cuál es el problema con que un profesor sepa y el alumno - todavía- no sepa muchas cosas? Cuál es el problema con no saber y que te enseñen, para que quizás en algún momento ya no necesites maestros y te puedas enseñar solos? Pero, chiquito, todavía no, no hay que creérsela y menos a los 17, 18 años, cuando falta muuuuucho para no necesitar maestros. Cierto: hay imbéciles (y los hemos padecido) que por enseñar se creerán con derecho a humillar, a no reconocer errores propios, a ningunear al que le cuesta, a laburar con los 3 que entienden de una y el resto que reviente, a no revisar nunca su práctica por soberbia; pero también hay imbéciles que no reconocen (ya no pueden ,no? tal es el deterioro...) que NO saben; ¿por qué esa facilidad para ir a aprender, de alguien que sepa más que vos -porque no sos tarado-, un deporte, a arreglar computadoras, un idioma, y en cambio esa resistencia a reconocer que un profesor sabe y eso es deseable y el alumno no sabe lo que tiene que saber todavía y para eso está ahí , para aprender? Si yo estoy en una clase donde un docente me dice "Miren, yo soy el profesor pero eso no quiere decir que sepa más que ustedes, acá entre todos construiremos blabla", primero, me planto y le discuto, a muerte, y después, me levanto y me voy. Gil, voy a perder tiempo y plata queriendo aprender con un nabo que me diga que sabe lo mismo que yo...Recuerdo con un placer extremo clases de primaria, de secundaria , de profesorado y de universidad donde los profesores SABÍAN, y a mí -siendo habitualmente buena alumna-, me costaba seguirlos, y sentía que la cabeza se me abría, literalmente, para dar cabida a materias arduas, a razonamientos -hasta entonces- más allá de mi alcance espontáneo. Tipos que estaban de vuelta mil veces y no te lo hacían notar, te enseñaban con paciencia, disfrutaban ellos de que vos supieras. Y señores docentes, jamás un bastardeo por preguntar "tonterías", jamás el saber usado como herramienta de dominación, jamás un guardarse los tips que nos podían ayudar. Y no me parece ni me parecía indeseable esa diferencia. El problema son los profesores imbéciles con complejo de superioridad que se la creen y se lo hacen pasar mal a los alumnos, con injusticias, rayes de yiro caro, maltratos de todo tipo; pero los imbéciles que además de complejo de inferioridad lo hacen causa de orgullo todavía no decido si me producen más: furia o pena. Y cuando el rector de un colegio da ese mensaje, grrrrrr, qué ganas de cerrar el colegio hasta que las diferencias, las buenas, vuelvan a manifestarse como hace falta (esas diferencias que a lo mejor, sí, en su dialéctica, nos llevan a la igualdad, pero igualdad más arriba, no en el sótano).
Bueno, escrito en medio de mucho laburo pero se me había atravesado en la garganta y ahora está sueltito en el ciberespacio.

15 comentarios:

AleMamá dijo...

Cuenta con mi firma: entre descriterio para humillar y descriterio para rasar "por abajo", ¡me quedo con tu furia justa y necesaria! Así no se educa a nadie; ¿quién necesita colegio si nadie está capacitado para enseñar porque no SIENTE que objetivamente sabe más porque para eso estudió? ¡Otra vez estamos hasta el pelo de sentimentalismos enfermizos!
Enfermos de mermelada sin azúcar ligada a punta de pectina.
He dicho.

Anónimo dijo...

Cuidado con las palabrotas!!
¿Con esa boquita come pan? como se dice por aqui...

Marina dijo...

Uy, las "palabrotas". Cáspita, caramba, qué contrariedad, en vez de "mierda, qué cagada"; no me di cuenta!!! Realmente, se me pasó,no era lo que yo quería poner, fue un impulso; ahora reflexiono y digo "Qué mal, pero qué mal que está eso de tantas palabrotas". Me fastidia sobremanera, por no decir "me rompe las pelotas", el uso de expresiones así de soeces. No soy yo. Soriiiii,ya mismito estoy elíminándolas, ya-ya. No quería, realmente no quería... ;-) de onda, che, no incordiemos con trivialidades. O no jodamos con boludeces.

Anónimo dijo...

Qué cosa, una docente (¿de qué materia serás?) que para expresarse tiene que atiborrar su texto de malas palabras. Hay momentos en las que son necesarias, pero en tu post sobreabundan. ¿No es eso también una falta de vocabulario para expresar ideas? No creo que se compense poniendo algún latinazgo cada tanto.

Marina dijo...

Jua, ¡pero nooooo, Adriana, noooooo! ¡mi idea no es "compensar" nada con los latinazgos, esa es una intención que vos me atribuís; no siento ninguna necesidad de compensar ni de justificar ni de que nadie esté de acuerdo con mi modo de escribir ni menos que menísimos de agradarle a nadie; al que no le gusta y supone que nada del blog va a gustarle, bue, con no volver alcanza; los latinazgos los pongo porque se me canta, igual que las "malas palabras", igual que las "buenas palabras"!, no sé qué parte no se entiende de mi planteo ;-): así como está escrito, así lo quiero escribir y así se va a quedar. De verdad, no pretendo agradar ni causar una buena impresión ni ser felicitada. Ni lo contrario ;-), ni lo contrario. Franca dixit.

Erszebet dijo...

mm...... odio los discursos.... mas cuando la gente no piensa lo q dicen, mas odio los colegios (xq odio el mio antes q nada), y odio los malos profesores, justamente x lo soberbios q son (y xq muchas veces ni siqueira saben lo q tienen q enseñar...)

en fin, te entiendo...pero vamos a ser honestas, buenos profesores ya no quedan, y aunq hay muchos buenos profs q no vienen con prepotencias y saben lo q enseñan,quizas notienen caracter fuerte y los alumnos (q dicho sea de paso es un termino horrible xq alumno es aquel q notiene luz :P) se aprovechan de eso y le hacen la vida imposible. sisi, yo se q tendria q haber un equilibro, pero yo prefiero un buen prof humilde pero sin mucho caracter q lo contario... prefiero poenrme las pilas yo para oir la clase q tener q bancarme q me traten mal.. ¬¬

Milkus Maximus dijo...

Hace tiempo. 5 años de docencia secundaria: me cansé, me fuí, me recontrarrompieron las pelotas. ¿Los alumnos? No: mis estimadísimos colegas ... aunque ... "directivos".
Algunos con un interminable discurso "revienta-alumnos": "Este chico debería repetir, este otro hay que hacerlo rendir así aprende más, aquel otro hay que hacerle entender: que rinda en marzo"; otros con esa imbancable y fantasiosa onda pseudopsicopedagógica: "a los chios hay que motivarlos, no hay que excluirlos del sistema, hay que hacerlos sentir cómodos, no hay que presionarlos con exigencias innecesarias, con presiones no resulta nada". En fin ... gente que vive en una nube de "butano intestinal".
Si la educación en nuestro país es lo que es, resulta de la mediocridad ejercida de algunos docentes, y contagiada a los alumnos; mediocridad que se ampara en unas reglas dignas de Alicia en el Pais de las Maravillas.
Respecto a los Sres. y Sras. puristas del lenguaje, creo que vale una aclaración estilística: el lenguaje soez también forma parte de nuestro vocabulario. La limitación de una cabecita adolescente a las 100 o 200 palabras que la constituyen denota pobreza de vocabulario; la limitación de una cabecita adulta por falta de manejo del mismo, denota poca cintura lingüística. No es qué palabrotas se usan, sino cómo y cuándo.
Franca advirtió que era catársis muchachos. Si siguen leyendo, hay que bancársela.

Marina dijo...

Je, para no hablar de la cantidad de guarradas que hay en El Quijote, por ejemplo, o en Quevedo, que son mucho más "docentes" que yo ;-). Sólo que claro, en antiguo castizo a veces pasan desapercibidas. Ni que hablar de tantos clásicos latinos, de Sheakespeare... Pero bue, al que no le gusta que lea otra cosa =).

Anónimo dijo...

Sobre las palabrotas (sé que es aburrido el tema pero quiero defender mi postura):

Personalmente prefiero que me digan "no incordies con trivialidades" (pedante, afectado, formal-vulgar) a "no jodas con boludeces" (agresivo, insultante -en chile tenemos equivalentes-).

Efectivamente, existe el lenguaje soez, señor Milkus, y allá ustedes si lo ocupan o no, pero reparen en que efectivamente es soez, o sea, "Bajo, grosero, indigno, vil." (RAE dixit). Y que no da lo mismo.

Franca, el hecho de que lo utilices en un rapto de enojo no es excusa: No creo que si te enojas con tu abuelita o con algún pequeño etc...
¿y porqué a nosotros? Un blog que lleva una línea "decorosa", crea expectativas y es natural que tengas lectores que se imaginaban otra cosa de tí. Ahora no puedo evitar pensar que en el resto de tus post tu pensamiento ha pasado por un "filtro" anti-palabrotas. Si te dije que tengas cuidado con ellas es porque realmente pienso que si fueran lo primero que se me viene a la cabeza a mí, me preocuparía. Pobreza de lenguaje (como dice Adriana y admite de soslayo Milkus) o lo que sea.

Si en la literatura existen felices utilizaciones de estas palabras, es por que la construcción de personajes populares así lo exigía: si lees los sonetos de Shakespeare o las páginas introductorias del Quijote, te aseguro no encontrarás ninguna. Y en poesía, en general, una cosa es el "hablante lírico" y otra el autor. En un blog, como en un diario de vida, ambas personas son la misma.

Siento alargarme tanto y darles la lata. En todo caso en el post en cuestón hay buenas ideas para pensar. Me gusta tu blog.

Marina dijo...

Todo bien, Francisco: voy a seguir escribiendo con las palabras que mejor expresen lo que en ese momento desee expresar, de manera totalmente deliberada, con palabras "buenas" o "malas" o la etiqueta que más nos guste ponerles. En cuanto a la línea "decorosa" de mi blog, no, no creo que la tenga (leíste todos-todos los posts?) ; en todo caso, la línea decorosa sería mi preocupación número 342.000. Y en cuanto a que no es "excusa" utilizar las "palabrotas" en un rapto de enojo: coincido 100 %, no es excusa: jamás me excusé ni pretendo hacerlo ni pongo energía en que nadie comparta mi modo de ver el asunto. Un abrazo, si tenés blog o página me gustaría visitarlo, en serio.

Marina dijo...

"La escritura es un arte" es una petición de principios, tan válida o cuestionable como (casi) cualquier otra ;-) ¿La escritura de qué es o debe ser arte? De un diario personal, por ejemplo? De un post it pegado en la heladera? De una novela con aspiraciones de Premio Planeta? De un mail?... Además de la sempiterna discusión: ¿arte qué es, quién decide? Y que la escritura en un blog *deba* ser arte, petición de principios también, válida y cuestionable. Un abrazo.

Jack Celliers dijo...

Bueno, tengo que decir que estoy de acuerdo.

Tanto la actitud "yo soy el que manda" como la actitud "yo no sé un pomo" son dos formas que tiene el profesor de declarar que es un inútil. Quizás la segunda sea menos violenta, peor no deja de ser dañina a mediano, incluso a corto plazo.

En cuanto a las "malas palabras", no creo que haya "malas palabras" sinoi un uso inadecuado de las mismas, hay palabras de significado y tono rotundo y agresivo que en un contexto apropiado quedan bien. Una buena puteada bien puesta da realce al discurso, en este caso no me parece que se haya abusado demasiado.

Por ultimo: le advierto que ha usado el término "dialéctica", y para colmo lo ha aplicado apropiadamente. La dialéctica es precisamente lo que resuelve la estéril y falsa dicotomía "profesor autoritario / profesor desorientado", que son dos muestras de pensamiento formal. Formal hasta la gansada.

Marina dijo...

Sangre azul: ¿demasiado relativistas? Mmmm, no sé, depende ;-). Je, no, en serio: que la escritura es o deba ser arte, 100% discutible. Si dijéramos "la literatura", hay más acuerdo. Pero como mi blog es pura y simplemente escritura en el sentido más amplio del término, y jamás pretendería ser literatura, se siente totalmente desligado de responder a los cánones artísticos (que, una vez más, no excluyen palabra alguna).
Camarada Jack, ;-), suponía que lo había usado apropiadamente porque suelo, pero que me lo confirme usted, un honor, de verdad. Le debo una visita, de mi parroquia a su barricada ;-), con mi lista de libros sesenti setentistas a ver qué me dice.

Marina dijo...

Sí, Sangre Azul, peleemos un poco, que conocemos la gracia de la reconciliación ;-). "Ecspreziones komo eztaz" que decís no las uso porque no quiero,sencillamente; no porque estén fuera de un canon al que mi blog debería responder. Un abrazo. Habrás visto que, torpemente aún, en el último post, estás entre mis blogs valorados.

Nacho dijo...

"Si en la literatura existen felices utilizaciones de estas palabras, es por que la construcción de personajes populares así lo exigía"

Claro, putear es cosa de negros. Nosotros, la gente culta y distinguida, tenemos que usar un lenguaje fino para que no nos confundan con ellos. Si decimos "culo" es sólo para imitar el dialecto de estos seres inferiores, pero en la vida real no podemos rebajarnos a ese inmundo nivel de comportamiento ignorante.