Pigna es un profesor de historia que, desde que hizo unos videos sobre historia argentina mientras trabajaba en el Colegio Carlos Pellegrini, se fue dedicando cada vez más a una tarea de divulgación histórica a través de programas de TV, radios, libros, etc.
Lejtman es un periodista del cual me interesó especialmente su serie Documenta, también de divulgación histórica.
Rowling =Harry Potter.
A Lejtman no sé qué se le reprocha, salvo la obviedad de que los defensores de la dictadura militar 1976-1983 entenderán que "defiende a los guerrilleros", dicho toscamente, pensando la historia como cuestiones de "defender/atacar a ", más que de esclarecer por qué sucedieron los hechos, cuál fue la cadena de violencias previa al '76, qué otras alternativas había, etc.
A Pigna, aparte de lo anterior, el establishment de las academias de historia le reprocha su "simplificación", (buenos contra malos), su lectura en la línea de las "teorías conspirativas" (los yanquis tienen siempre la culpa de todo), etc.
A Rowling, no se qué historias acerca de la "calidad literaria" de la que supuestamente carecen sus escritos.
Yo lo que sé es que pibes que consideraban que "la historia es aburrida", se enganchan con los programas de Pigna y Lejtman con el mismo fervor que con la mejor serie de suspenso; sé que a partir de dichos programas, muchos aprendieron definitivamente algunos episodios, datos, causas y consecuencias que no aprendieron en sus clases de historia, o sí, pero con alfileres y para zafar de una prueba. No me parece que las visiones de Pigna y de Lejtman sean "tendenciosas", sino que dejan más expuesto el hecho de que en algunas situaciones no cabe la "neutralidad", y de que cualquier versión de cualquier suceso es "subjetiva" en tanto está producida por un sujeto que elige algunas palabras y descarta otras, selecciona unos recortes en vez de otros, etc. Claro que aunque subjetivas no todas las versiones dan igual: las hay más y menos honestas, más y menos completas, etc. Pero, a diferencia de algunas personas que conozco/leo y que defienden a la dictadura, se ocupan de establecer un contexto histórico, de situar los hechos en una cadena de causas y consecuencias para que sean comprensibles, de presentar documentación y testimonios para avalar lo que dicen, de darle la importancia innegable al factor de las luchas económicas en juego, etc. Todo lo cual es mucho más serio que aquellos que empiezan su "argumentación" con que "Los guerrilleros mataron a Fulano" y así, lo cual parece dar la idea de que esto era Disneylandia y de repente unos chifladitos salieron a perturbar un orden de cosas absolutamente armónico . Pero finalmente, si tengo que elegir entre que que los adolescentes consideren que "la historia es aburrida" o que se interesen por ella, aun a través de versiones supuestamente "incompletas" o "tendenciosas", toda la vida lo segundo. Porque eso abona el terreno para que surjan deseos de conocer más, de enterarse de otras cosas, hace pensar, hace sentir. Claro, lo abona, porque después cada uno verá si se queda con la única versión que escuchó o la completa, pero no tienen que hacerlo todo Pigna, Lejtman o Rowling. Estaría bueno que los que tienen mejores cosas para ofrecer las ofrecieran de un modo que despertara el interés de la gente, lo cual es perfectamente posible: yo, que soy una docente responsable pero ninguna excepción maravillosa, tuve en el 2007 una experiencia hermosa con un curso de chicos de tercer año (15, 16 años), de 2/3 de varones cuyo interés primordial es el fóbal. El programa parece desalentador: literatura española. Una postal me encanta y me la neurocopié ;-) porque me gusta mirarla: leíamos en clase el Quijote (nada de adaptaciones para nenes, el mamotreto en su español original), y los pibes ¡se reían!. También hacían preguntas que a un catedrático les parecerán ingenuas pero para el nivel cero de atención que prestan espontáneamente están muy bien, p. ej., "Profe, ¿y por qué le dejaron publicar el libro, con todas las censuras que tenía que pasar, si el Quijote cuestiona a la autoridad?" (episodio de los galeotes) Claro que llegar a esto me implicó un poco más de laburo que revolearles el libro por la cabeza y "Lo leen para dentro de dos s
semanas y tienen prueba", pero es perfectamente posible que los chicos se interesen por absolutamente cualquier tema, según cómo se les presente. No hay necesidad de ir a menos en esto.
Y de Harry Potter, diré que lo empecé a leer displicentemente, así como quien dice "bue, a ver qué leen los pibes ahora", y me resultó muy atrapante. Es verdad que tiene una matriz bastante estereotipada y previsible con frecuencia, muy bien vestida con elementos mágicos y fantásticos. Pero como con lo anterior: conocí decenas de chicos que no agarraban un libro por nada del mundo, porque "leer es aburrido", y devoraron los libros de Harry Potter. Eso tiene el mérito, más allá de los que tenga el libro, de haberles despertado una inquietud, de haberlos ayudado a salir de un prejuicio tan limitante para su despliegue personal y para el acceso a ciertos placeres del pensamiento como que "leer es aburrido".
Y, más allá de las cuestiones ideológicas que se juegan en detractores y defensores de las personas mencionadas, también veo en muchas críticas el prejuicio de que "si vende, es malo", un axioma tan falaz como su contrario. Hay que ver. Recuerdo cuando le objetaron a Umberto Eco haber escrito una novela que fue best seller, El nombre de la rosa. Pero el tipo metió en esa novela una cantidad de discusiones filosóficas ,teológicas, sobre el poder, etc., que planteadas de otros modos resultan insoportablemente áridas, y además, que están lejos de haber sido superadas. Yo lo leí a los 17 años, otros compañeros míos también, y lo disfrutamos mucho; en el medio, aprendimos también algunas de aquellas cuestiones "áridas", hechos históricos del Medioevo, características de la vida monástica, etc. Por supuesto: los monjes son uno más horrible que el otro, son temibles, el centro de las vidas de muchos es una lucha despiadada por el poder ,etc. Pero de nuevo: leer ese libro deja la inquietud de completar la mirada, de averiguar más, etc. Y si no la deja, me parece preferible saber algo -aunque sea incompleto, sesgado, y aunque sea saber no "la verdad" (¿?...) sino "la mirada de Eco sobre tal realidad"- que permanecer en la ignorancia porque "es aburrido".
Eso.
Lejtman es un periodista del cual me interesó especialmente su serie Documenta, también de divulgación histórica.
Rowling =Harry Potter.
A Lejtman no sé qué se le reprocha, salvo la obviedad de que los defensores de la dictadura militar 1976-1983 entenderán que "defiende a los guerrilleros", dicho toscamente, pensando la historia como cuestiones de "defender/atacar a ", más que de esclarecer por qué sucedieron los hechos, cuál fue la cadena de violencias previa al '76, qué otras alternativas había, etc.
A Pigna, aparte de lo anterior, el establishment de las academias de historia le reprocha su "simplificación", (buenos contra malos), su lectura en la línea de las "teorías conspirativas" (los yanquis tienen siempre la culpa de todo), etc.
A Rowling, no se qué historias acerca de la "calidad literaria" de la que supuestamente carecen sus escritos.
Yo lo que sé es que pibes que consideraban que "la historia es aburrida", se enganchan con los programas de Pigna y Lejtman con el mismo fervor que con la mejor serie de suspenso; sé que a partir de dichos programas, muchos aprendieron definitivamente algunos episodios, datos, causas y consecuencias que no aprendieron en sus clases de historia, o sí, pero con alfileres y para zafar de una prueba. No me parece que las visiones de Pigna y de Lejtman sean "tendenciosas", sino que dejan más expuesto el hecho de que en algunas situaciones no cabe la "neutralidad", y de que cualquier versión de cualquier suceso es "subjetiva" en tanto está producida por un sujeto que elige algunas palabras y descarta otras, selecciona unos recortes en vez de otros, etc. Claro que aunque subjetivas no todas las versiones dan igual: las hay más y menos honestas, más y menos completas, etc. Pero, a diferencia de algunas personas que conozco/leo y que defienden a la dictadura, se ocupan de establecer un contexto histórico, de situar los hechos en una cadena de causas y consecuencias para que sean comprensibles, de presentar documentación y testimonios para avalar lo que dicen, de darle la importancia innegable al factor de las luchas económicas en juego, etc. Todo lo cual es mucho más serio que aquellos que empiezan su "argumentación" con que "Los guerrilleros mataron a Fulano" y así, lo cual parece dar la idea de que esto era Disneylandia y de repente unos chifladitos salieron a perturbar un orden de cosas absolutamente armónico . Pero finalmente, si tengo que elegir entre que que los adolescentes consideren que "la historia es aburrida" o que se interesen por ella, aun a través de versiones supuestamente "incompletas" o "tendenciosas", toda la vida lo segundo. Porque eso abona el terreno para que surjan deseos de conocer más, de enterarse de otras cosas, hace pensar, hace sentir. Claro, lo abona, porque después cada uno verá si se queda con la única versión que escuchó o la completa, pero no tienen que hacerlo todo Pigna, Lejtman o Rowling. Estaría bueno que los que tienen mejores cosas para ofrecer las ofrecieran de un modo que despertara el interés de la gente, lo cual es perfectamente posible: yo, que soy una docente responsable pero ninguna excepción maravillosa, tuve en el 2007 una experiencia hermosa con un curso de chicos de tercer año (15, 16 años), de 2/3 de varones cuyo interés primordial es el fóbal. El programa parece desalentador: literatura española. Una postal me encanta y me la neurocopié ;-) porque me gusta mirarla: leíamos en clase el Quijote (nada de adaptaciones para nenes, el mamotreto en su español original), y los pibes ¡se reían!. También hacían preguntas que a un catedrático les parecerán ingenuas pero para el nivel cero de atención que prestan espontáneamente están muy bien, p. ej., "Profe, ¿y por qué le dejaron publicar el libro, con todas las censuras que tenía que pasar, si el Quijote cuestiona a la autoridad?" (episodio de los galeotes) Claro que llegar a esto me implicó un poco más de laburo que revolearles el libro por la cabeza y "Lo leen para dentro de dos s
semanas y tienen prueba", pero es perfectamente posible que los chicos se interesen por absolutamente cualquier tema, según cómo se les presente. No hay necesidad de ir a menos en esto.
Y de Harry Potter, diré que lo empecé a leer displicentemente, así como quien dice "bue, a ver qué leen los pibes ahora", y me resultó muy atrapante. Es verdad que tiene una matriz bastante estereotipada y previsible con frecuencia, muy bien vestida con elementos mágicos y fantásticos. Pero como con lo anterior: conocí decenas de chicos que no agarraban un libro por nada del mundo, porque "leer es aburrido", y devoraron los libros de Harry Potter. Eso tiene el mérito, más allá de los que tenga el libro, de haberles despertado una inquietud, de haberlos ayudado a salir de un prejuicio tan limitante para su despliegue personal y para el acceso a ciertos placeres del pensamiento como que "leer es aburrido".
Y, más allá de las cuestiones ideológicas que se juegan en detractores y defensores de las personas mencionadas, también veo en muchas críticas el prejuicio de que "si vende, es malo", un axioma tan falaz como su contrario. Hay que ver. Recuerdo cuando le objetaron a Umberto Eco haber escrito una novela que fue best seller, El nombre de la rosa. Pero el tipo metió en esa novela una cantidad de discusiones filosóficas ,teológicas, sobre el poder, etc., que planteadas de otros modos resultan insoportablemente áridas, y además, que están lejos de haber sido superadas. Yo lo leí a los 17 años, otros compañeros míos también, y lo disfrutamos mucho; en el medio, aprendimos también algunas de aquellas cuestiones "áridas", hechos históricos del Medioevo, características de la vida monástica, etc. Por supuesto: los monjes son uno más horrible que el otro, son temibles, el centro de las vidas de muchos es una lucha despiadada por el poder ,etc. Pero de nuevo: leer ese libro deja la inquietud de completar la mirada, de averiguar más, etc. Y si no la deja, me parece preferible saber algo -aunque sea incompleto, sesgado, y aunque sea saber no "la verdad" (¿?...) sino "la mirada de Eco sobre tal realidad"- que permanecer en la ignorancia porque "es aburrido".
Eso.
5 comentarios:
y bueno... una defensa de los sofistas no podía dejar de ser sofística.
pero... es enero... digamos que estoy en total y enérgico desacuerdo (*) y dejémoslo ahí
(*) en el sentido común y en el etimológico
Buenas, Hernán.
1) Los sofistas tienen, me parece, una intención aviesa que, concedéme un evangélico “in dubio pro reo”, ;-) yo realmente no tengo.
2) Evidentemente este blog es un cajón de sastre donde pongo cosas que me interesa a mí tener todas juntas y que a algunos más pueden interesarles. Por un lado, nada de lo que pongo es fruto de un impulso sino de mi modestísima visión sobre las cosas, tejida durante años y años con elementos que a mí me parecen suficientes, hasta nuevo aviso; pero por otro, dada la función de cajón de sastre que cumple el blog , nunca me lo planteé como un espacio en el que generar, continuar y concluir prolijas argumentaciones. No tengo tiempo ni ganas y todo lo que pueda decir sobre estos temas conflictivos me parece ya mucho mejor dicho y sistematizado por otros.
3)Si en algún momento tenés ganas y querés explayarte un poco más, acá o por mail, bienvenido, no porque yo vaya a continuar discusiones que ya llevan derramadas toneladas de tinta, sino para que me queden más claros los motivos de tu desacuerdo (¿el sentido común y el etimológico están muy lejos? tienen que ver con una lejanía del corazón, siempre, me parece…).
4) Vi una frase citada como de Gide: algo como “Todo ya fue dicho, pero como nadie escucha, hay que repetirlo.” Eso es en parte lo que me cansa de las discusiones…Que estés bien, nos leemos.
Hola, llegué a sus blog de causalidad derivada. No lo recorrí todo solo leí este post de enero. Interesante...volveré cuando deje de ser enero a ver si no lo utiliza de excusa.
Buenas, pensamientolibre. Hernán, le hablan...porque la "excusa" de enero no es mía, ¿no?. Lo mío es nomás pereza y respeto por mi cajón de sastre, que no pretender ser ordenado ni prolijo...pero bienvenido, pasaré por el blog.
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